domingo, 4 de febrero de 2007

Balada de los amantes del camino...


Últimamente me ha bajado la nostalgia musical, así es que me puse en la tarea de recopilar la discografía (mp3 obviamente... hay que darle un tono moderno a esta búsqueda) de antaño, que tanto me marcó. Siempre tendí a relacionar cierta música con períodos importantes - o no - de mi vida.
Nunca voy a olvidar, por ejemplo, los largos viajes a la playa con el infaltable Joan Manuel Serrat a todo chancho por la carretera. Todos apretujados en el auto, llenos de maletas, con cocaví para las paradas y mi hermana y yo -atrás-inventando juegos imaginarios ... Desde entonces, escuchar a Serrat está envuelto de una sensación de cercanía familiar que sigo teniendo, pero que es mas difusa por ser yo tan trabajólica y porque ya no viajo mucho con mis padres...
Para qué hablar de Silvio y Sui generis... ambos me acompañaron durante la adolescencia y, aun hoy están presentes en mis escasas tardes de descanso... en fin, estaba en esta recuperación musical del pasado, cuando recordé una canción que, si bien no es tan especial en mi historia, me hace darle vueltas al tema del amor y el sexo... se llama Balada de los amantes del camino de Tavernay y es de Patricio Mans... para los que no la conocen, aquí les va la letra...

El cuarto adonde habita mi ruiseñora
se nutre con el ruido de mi demora,
los cantos de la calle se están plegando
y el mórbido reloj mira blasfemando.
Después la lluvia encumbra sus volantines
y moja alguna estrella que agoniza entre violines
y agolpa sus rebenques desmelenados
a la anca de mi potro que no ha piafado.
De noche todo es claro si en su cortina
ondula una cadera que se adivina,
sacude su pañuelo la manterasa
y enciende las señales por donde pasa
mi atávico desvelo buscando casa.
La cama adonde espera mi buena moza
es tibia como un vientre y es luminosa,
viniendo de la lluvia y forzando puertas
aprecio que su gana ya esté despierta.
La cama adonde escurro mis homenajes
es donde desterramos la barrera de los trajes,
es donde de algún modo su resolana
se adueña de mi lengua tan soberana.
Allí nos respiramos de diestra suerte,
allí nos cobijamos por si la muerte,
allí yo le regalo mis estertores
y allí ella me devora con mil amores
cogiendo de mi sangre las frescas flores.
La cama donde anida su pulpa suave
es esa donde yergue su cuello mi ave
y aquella adonde estira su claro modo
amándome de cerca y mordiendo todo.
Su cama multiplica mi envergadura
que es llave con la que abro su opulenta sabrosura,
que es fuego con el que echo su frío afuera
y anido su gemido cuando lo quiera.
Viniendo de tan lejos estoy tan hondo,
tan cerca de su dentro y tan al fondo,
tan ávido y completo tan estrujado,
tan posesivo y pleno tan aplicado
que cuando el nuevo día se asoma me alza...
...Desangrado...

Qué les pareció???... honestamente es un poco cursi, pero es bonita igual... no se transportaron a algun momento bien íntimo???

jueves, 1 de febrero de 2007

Prólogo




Me pregunto por qué decidí abrir este blog... aun no lo tengo claro, pero desde hace tiempo que tenía ganas de iniciarme en la blogosfera. Para quién escribo?... no lo sé, quizá nadie lea nunca estas palabras tan intimas. Lo que sé es que tengo mucho que decir.
Me costó mucho animarme, más aun elegir el nombre. Sólo en un día de ocio -de aquellos con mi amiga Pola- tuve la certeza de qué nombre iba a elegir.
Como ávida lectora que soy, quise hacer una especie de homenaje a uno de mis autores favoritos... Henry Miller. No se preocupen, mis notas no estarán colmadas de experiencias eróticas ni de ambientes sórdidos... al menos, trataré de evitarlo.
Sólo serán las memorias esquizofrénicas de una criatura a la deriva... y, en mi afán de extrema confesionalidad, espero no aburrirlos.